La experiencia fue realmente increíble. Nos alojamos en una Suite Junior con vistas al mar, y las vistas eran impresionantes al amanecer y al atardecer. Las comodidades en la habitación eran lujosas, con productos de baño de alta calidad y minibar bien surtido. El ambiente del hotel era tranquilo, lo que nos permitió relajarnos en la piscina infinita, disfrutando del sol y de las bebidas del bar de la piscina. Además, la atención del servicio al cliente fue excepcional, siempre fueron amables y atentos. La ubicación cerca del puerto nos dio fácil acceso a actividades náuticas y también hay una variedad de opciones gastronómicas en la proximidad, perfectas para disfrutar como grupo de amigos.

Sin embargo, la limpieza de las habitaciones podría ser más consistente, hubo momentos en que se olvidaron de reabastecer algunos artículos.

El hotel tiene un ambiente increíblemente tranquilo y discreto. Nuestra habitación con acceso directo a la piscina fue perfecta para relajarnos juntos. Además, tuvimos la oportunidad de disfrutar de la hermosa playa de Port Adriano y de practicar algunos deportes acuáticos, que fue un gran complemento a nuestra estancia.

Mi mujer dice que sería genial que tuvieran más áreas para familias que planifican escapadas románticas, ya que podría atraer a más parejas como nosotros.